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El radiador toallero eléctrico es un aparato calentador, formado por dos tubos verticales exteriores, llamados colectores, unidos por tubos horizontales, que nos permite calentar nuestro cuarto de baño, secar las toallas, los albornoces o la ropa de cama húmeda y, por último, tener menos humedad en el cuarto de baño, manteniendo un ambiente más saludable y libre de bacterias.
Las diferencias entre los distintos modelos radican principalmente en su tamaño, pero en general el calientatoallas eléctrico está diseñado para ser colgado en la pared, ocupando poco espacio.
Por supuesto, cuantas más barras horizontales, mayor será la capacidad de calentamiento y el número de toallas y sábanas calentadas.
La práctica totalidad de los modelos cuentan con un termostato que permite alcanzar la temperatura óptima, al tiempo que se vigila el consumo y, por tanto, el impacto en el recibo de la luz.
Su rendimiento térmico depende de los vatios y, por tanto, cuanto más vatios tenga, mayor será la capacidad de calentamiento del aparato.
¿Cómo funciona?
En este caso, su funcionamiento depende de la alimentación eléctrica: si está conectado al sistema de calefacción de la casa, sólo funcionará cuando la caldera esté en funcionamiento, al igual que un radiador.
En cambio, si el calentador de toallas funciona con electricidad, basta con enchufarlo para que empiece a funcionar, independientemente de que la caldera esté encendida y, por tanto, no sólo durante los meses de invierno, sino también cuando la caldera esté apagada.
De hecho, en el calentador de toallas eléctrico hay una resistencia eléctrica que aumenta la temperatura del agua dentro del aparato y que permite tener toallas calientes y secas en todo momento, regulando la temperatura a través de un simple termostato.
Radiadores Toalleros Eléctricos Bajo Consumo 2024
Guía de Compra ¿Cuál comprar?
Básicamente, se trata de aparatos que además de calentar, enriquecen nuestros baños y que están a medio camino entre un radiador y un objeto de diseño.
De hecho, sus líneas rectas y minimalistas también pueden representar un elemento de decoración interior que no debe pasarse por alto.
Sin embargo, en este punto, si está en medio de la renovación de su cuarto de baño y tiene previsto incluir uno de estos elementos, no se precipite en una compra poco meditada pensando, erróneamente, que un modelo vale más que el otro.
Sin duda, no son muchos los elementos que hay que tener en cuenta para hacer una decisión acertada, pero no se pueden pasar por alto los materiales con los que se fabrican y sus dimensiones, y lógicamente deben estar perfectamente adaptados al entorno en cuestión.
Una vez dicho esto, hablemos de los materiales y la estructura. Los aparatos en cuestión, como ya hemos dicho, sirven para calentar toallas de cualquier tamaño y, para ahorrar espacio, están pensados para ser colgados en las paredes.
De esta manera, es posible disfrutar de algo de bienestar sin reducir el espacio disponible. Es más, ni tan siquiera tienes que disfrutar del lujo de un baño de grandes dimensiones para instalar estos productos.
Asimismo, teniendo en cuenta el entorno particular al que están destinados y su uso, los toalleros están todos fabricados con materiales que soportan perfectamente la humedad, sin ningún problema.
Por ello, son de aluminio, acero y pinturas epoxi, resistentes a la corrosión.
Aparte, una vez elegido el modelo que mejor se adapte al espacio del que dispongas, piensa que puedes aprovechar el calor que desprende para que el ambiente del cuarto de baño sea aún más cálido y agradable.
No debemos olvidarnos del precio.
Aunque no sea un lujo inalcanzable para cualquiera, sigue siendo inteligente intentar buscar una buena oferta que reuna unas prestaciones de calidad. Así, podemos decir que el precio final está influenciado sobre todo por los materiales elegidos. Como ya hemos dicho, las empresas fabricantes optan por el aluminio y el acero.
El aluminio se calienta más rápido pero, igualmente, tiende a enfriarse una vez apagado.
El acero, en cambio, tarda más en alcanzar la temperatura deseada, pero también tiene la ventaja de retener el calor, aunque son los más caros.
Nuestros consejos para acertar en la compra:
- El primer y más importante análisis que hay que hacer se refiere a la necesidad y el uso de este producto. Para una familia numerosa, o en la que el consumo y el uso de toallas, toallitas y albornoces sea considerable, se necesitará sin duda un modelo de calentador de toallas más grande o, al menos, con una cierta potencia de calor, por tanto, un mayor número de vatios.
- Luego tenemos que considerar cuidadosamente el tamaño de la habitación donde queremos colocar el calentador de toallas; si tenemos toda una pared en la que montarlo, o si es mejor elegir un modelo de pie o plegable.
- Elige un modelo de calentador de toallas equipado con termostato, que te permitirá ajustar los grados de calefacción que desees, sin excederte y acabar con desagradables sorpresas en la factura.
- El temporizador es muy útil para aquellos que pasan todo el día fuera de casa y quieren encontrar el calor deseado al volver a casa.
- El toallero eléctrico no es sólo un objeto funcional, sino que con su diseño es un verdadero mueble que contribuye a dar un estilo preciso a nuestro cuarto de baño, por lo que la elección tiene también un valor estético. Tanto la forma como el color y el cromado son elementos importantes a valorar para armonizar este producto con nuestro mobiliario.
- Detengámonos en el material y el precio que queremos gastarnos: el acero y el aluminio, que tienen un poder calorífico igual. Ten en cuenta que los modelos de aluminio se calientan y enfrían muy rápido, y son más delicados, pero también más baratos. El acero se calienta y se enfría más lentamente y es más robusto y resistente al desgaste, por lo que es más caro.
¿Cuánto Consume?
A la hora de pensar en el consumo de los toalleros eléctricos, debemos tener en cuenta también el tamaño del espacio que pretendemos calentar.
El consumo aumentará o disminuirá en función de su tamaño, implementando o reduciendo el coste de la factura.
El funcionamiento de este tipo de calentador de toallas se basa en una resistencia eléctrica en forma de bobina, un líquido calefactor en su interior y un termostato de seguridad que regula la temperatura.
Esta resistencia es la que determina la potencia del calentador de toallas y, por tanto, su consumo, que puede oscilar entre 50 vatios y 300 vatios en función del tamaño del espacio a calentar, lo que da lugar a un rango de consumo muy variable.
¿Dónde colocarlo?
¿Cómo y, sobre todo, en qué lugar puede el calentador de toallas eléctrico desprender mejor el calor, haciéndolo lo más útil y funcional posible?
La mejor posición, si tienes una pared lo suficientemente grande, es cerca de la ducha o de la bañera para que sea fácil coger el albornoz o la toalla en cuanto salgas de la ducha.
Si no tienes suficiente espacio junto a la bañera o la ducha, también es útil colocar el calentador de toallas encima del bidé, ya que es el lugar en el que es más probable que haya un espacio vacío en la pared, ya que no se pueden colocar espejos ni toalleros.
¿Cuánto cuesta un radiador toallero?
El precio de los calentadores de toallas para el cuarto de baño varía en función del material del que estén hechos. En el precio influye menos el funcionamiento (agua, eléctrico, mixto, programable), siendo ligeramente superior el coste de los toalleros de agua o mixtos.
También la forma puede influir en el precio. La mayoría de los modelos del mercado tienen un desarrollo vertical, por lo que un modelo horizontal (ideal para un baño muy pequeño) será más caro.
Por ejemplo, un pequeño aparato de aluminio cuesta una media de 30 euros.
Los de acero son un poco más caros, ya que su coste oscila entre los 100 euros y más.
Los de hierro fundido pueden llegar a costar entre 200 y 300 euros, con grandes variaciones según el diseño.
¿Cómo se limpian los Radiadores Toalleros Eléctricos?
La limpieza y el mantenimiento es sencillo. Este tipo de muebles calentadores de toallas, requieren una limpieza y un mantenimiento regular.
Lo primero que hay que hacer es dejar enfriar completamente; simplemente apaga el interruptor y desenchufa la fuente de alimentación.
Luego hay que limpiarlo con una esponja o un paño humedecido con un poco de agua jabonosa.
Para limpiar en esquinas y zonas difíciles, puedes usar un cepillo.
Limpia bien el termostato con un paño húmedo, así como el filtro de polvo.
No olvides limpiar el filtro de polvo regularmente para mantener la potencia y la eficiencia del aparato y , sobre todo, se recomienda no utilizar productos abrasivos.
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