Las chimeneas eléctricas con calefactor, prácticas y elegantes, amueblan habitaciones de todos los tamaños y son aparatos de diseño elegante y funcionalidad eficaz (Ver también Estufas Eléctricas que simulan chimeneas).

Suelen calentar en muy poco tiempo, evitando los humos y el polvo. Esto supone un gran ahorro de energía y de costes.

Guía de Compra

Sus características estructurales deben combinarse con la posibilidad de contar con una difusión de calor constante y homogénea y la presencia de un mando a distancia para poder regular las funciones a distancia. Su encendido debe ser rápido para calentar rápidamente la habitación.

Como es lógico, estos productos deben ofrecer cualidades estéticas con un diseño agradable. Gracias a estas características, se adaptan mejor a cualquier habitación, independientemente del estilo que predomine en el hogar.

A diferencia de las chimeneas tradicionales, no requieren limpieza ni mantenimiento, no necesitan ventilación ni sistema de extracción, no producen polvo y son muy bonitas.

¿Qué debemos tener en cuenta?

En primer lugar, hay que tener en cuenta el espacio disponible en la habitación en la que se piensa colocar, teniendo en cuenta que también hay modelos pequeños y realmente ahorradores de espacio que ofrecen mucha menos calefacción.

En segundo lugar, también hay que tener en cuenta que, en casi todas partes, es sólo un complemento del sistema de calefacción tradicional, por lo que no se necesitas un modelo excesivamente grande si se piensa utilizar sólo como sistema de calefacción secundario.

Tercero. Siempre es más aconsejable adquirir un modelo que esté equipado con un mando a distancia y que se pueda programar a distancia, para poder manejarlo si es necesario mientras se está cómodamente sentado en el sofá.

Una característica fundamental a tener en cuenta a la hora de comprar una chimenea es su consumo energético, ya que si bien es cierto que este aparato ahorra en la factura del gas, también podría aumentar la factura de la luz si su consumo no es acorde con el entorno en el que se instala.

Algunos modelos también integran un ionizador que purifica el aire, liberándolo de impurezas y contaminantes atmosféricos (humo, smog, productos químicos).

¿Cómo Funcionan?

El funcionamiento de una chimenea eléctrica es igual que el de una estufa normal. Ni generan humo ni cenizas, funcionando conectadas a la red eléctrica de la vivienda.

En su interior, protegidos por rejillas de seguridad, se encuentran los elementos calefactores, normalmente de 2000 W, que pueden conectarse para aumentar la potencia según las necesidades.

En contraposición a las estufas, estas resistencias suelen ser poco visibles, para dejar espacio al efecto llama, que es la principal razón para elegir esta tecnología frente a la otra.

En términos de potencia calorífica, son esencialmente idénticas, mientras que en términos de estética la diferencia es evidente. Y es que tener una fuente de calor con una llama parpadeante, aunque sea simulada, es muy agradable.

La conducción del calor hacia el interior de la chimenea eléctrica se realiza mediante un sistema de fuerza del ventilador muy silencioso, que puede utilizarse opcionalmente para aumentar la circulación del aire caliente.

Las más avanzadas además disponen de programas regulables de forma independiente, de manera que se puede tener mucho calor con poca llama simulada, etc.

¿Cuánto consumen?

El gasto de consumo de una chimenea eléctrica de gama media que se utilice a diario, por ejemplo unas 3 horas, teniendo en cuenta el coste de energía, puede estar en torno a los 25 euros al mes* (cálculo aproximado), teniendo en cuenta que los modelos más populares cuentan con una potencia calorífica entre los 900 y los 2.000 vatios, aunque también hay modelos más potentes.

En todo caso, se trata de una cifra aproximada ya que el coste del consumo eléctrico puede variar en función del tipo de contrato que tengas por Kw/hora y de tu modelo de chimenea.

Ponemos el ejemplo de una chimenea de 2000 w que se usa a diario durante unas 3 horas, y para el caso de que el coste del Kw/hora sea de 0,24573 €/kWh , teniendo en cuenta que consume 2kw/h, el resultado sería 0,73719 € diarios , que multiplicado por 30 días, resultaría 22,1157 euros al mes. Por supuesto es una aproximación ( (2Kwh x 3h) x 0,24573€/Kwh = 0,73719 € )

La conclusión que hay que hacer es que su consumo es mucho menor que las estufas (de leña., pellets o eléctricas), radiadores de aceite, emisores térmicos, los aires acondicionados con bomba de calor, estufas de gas y parafina y por supuesto las calderas y las chimeneas tradicionales (aunque con una menor potencia calorífica, 2000 w frente a los 4.500 W que tiene una convencional).

Consumen algo más que los convectores, fijos o móviles, los termoventiladores o las estufas halógenas.

¿Cuántos metros cuadrados calientan?

Caldean habitaciones pequeñas. Calcula entre entre 80 y 100 vatios por metro cuadrado de la zona a calentar. Por tanto, las de máxima potencia calorífica (2000 w) pueden calentar el ambiente de habitaciones no más grandes de 20 metros cuadrados.

¿Cuánto Valen?

Las tarifas de precios de estos aparatos son muy variadas y van desde unos 70 euros para los modelos más baratos hasta casi 1675 euros para los modelos de gama alta.

¿Cómo y dónde se instalan?

La instalación varía según el modelo:

de pared, montados en la pared, colgados como un cuadro, a menudo con un marco, mediante conexión a la red eléctrica, tienen formas muy modernas, en algunos casos pueden ser empotradas. Adecuadas para las casas más pequeñas, ahorran espacio con elegancia y son verdaderas chimeneas eléctricas decorativas; son los productos más indicados para espacios especialmente reducidos, que generalmente requieren modelos más pequeños y no demasiado voluminosos.
autónomas o modelos de pie móviles – con un aspecto más clásico, se colocan a nivel del suelo como las estufas de pellets tradicionales o los radiadores. Algunas son adecuadas para apoyarse en las paredes, otras están diseñadas específicamente para colocarse en el centro de una habitación.

Lo ideal es colocar la chimenea en la habitación en la que se suele pasar más tiempo, es decir, el salón comedor o, en su defecto, la cocina.

Una de las principales ventajas con las que cuenta es que está lista para usar, lo que significa que no necesita ser montada o instalada, no se necesita ningún técnico. Eres tú quien puede colocarlo directamente en la zona de la casa que pretendes calentar, obviamente conectándolo a la toma de corriente.

Y no requiere ningún tipo de estructura de ventilación permanente. Puedes colocarlo frente a una pared y trasladarla, si es necesario, a otras habitaciones de la casa, en función de tus necesidades. En resumen, no necesitas hacer ninguna obra.